EFE


El Barcelona animó hoy la Liga española de fútbol con una victoria 4-1 en el derby frente al Espanyol con un doblete del uruguayo Luis Suárez y una exhibición del argentino Lionel Messi.

Bajo la dirección de un fabuloso Andrés Iniesta y con un puñado de genialidades de Messi, los azulgrana se situaron a tan sólo tres puntos del Real Madrid, líder del torneo con 37, pero con un partido menos por haber disputado y ganado hoy la final del Mundial de Clubes en Japón.

En la decimosexta fecha, la última de la Liga antes de las vacaciones de Navidad, los goles de Luis Suárez (18' y 67'), Jordi Alba (68') y Messi (90') decantaron el duelo para los de Luis Enrique, que anularon al mejor Espanyol.

Tras encadenar seis partidos sin perder fuera de casa, nada pudieron hacer los blanquiazules por evitar la goleada en el Camp Nou cuando Messi, ya en la segunda parte, se cansó del 1-0 y, con dos jugadas brillantes, decidió.

 



 

Antes, apenas dos días después de ampliar su contrato con el Barcelona, Suárez celebró la buena nueva que anhelaba con un tanto que evidenció algunas de sus virtudes: su capacidad para leer y ejecutar un contraataque perfecto.

La jugada partió de un robo de Javier Mascherano en cancha azulgrana, prosiguió con un pase kilométricamente medido de Iniesta y concluyó con un control y una definición impecables del delantero uruguayo: por bajo y al palo contrario de Diego López.

La combinación entre Iniesta y Suárez, de hecho, fue una constante durante el duelo, que tuvo un buen ritmo y gran intensidad.

El técnico del Espanyol, Quique Sánchez Flores, apostó, de entrada, por un planteo más ofensivo de lo habitual. Y aunque la apuesta apenas le dio réditos en ataque -los blanquiazules no inquietaron a Marc André Ter Stegen en la primera parte-, sí sirvió para incomodar a los centrales azulgrana, más presionados de costumbre.

En contrapartida, el Barcelona se desplegó a partir de los interiores -Luis Enrique prefirió a Denis Suárez en el habitual lugar del croata Ivan Rakitic- y lanzó el contraataque con peligro y asiduidad. Iniesta estuvo en el inicio de casi todas la jugadas. Y el tridente, en la continuación.

Messi, con nuevo look, tuvo un par de buenas ocasiones para ampliar el marcador antes de la pausa, pero en ambas su remate se marchó fuera por poco.

La escasa ventaja azulgrana a la media parte mantuvo vivas las esperanzas del Espanyol de prolongar su excelente racha fuera de casa: tres victorias y tres empates en las seis últimas fechas.

Y al tiempo, obligó a los de Luis Enrique a insistir en su búsqueda del gol que le diera la tranquilidad.

Lo encontró, tras varias ocasiones erradas, cuando Roberto Jiménez ya defendía el arco blanquiazul, en sustitución del lesionado Diego López (52').

 



 

El arquero suplente del Espanyol resolvió mal una extraordinaria jugada de Messi, que dribló a cuatro rivales antes de disparar. Roberto no blocó el balón y el depredador Suárez, solo, no perdonó.

Sin tiempo a asimilar la jugada, el astro argentino casi la repitió en el tercero, que firmó Alba, después de que Messi driblara a otro par de contrarios para colarse en el área y asistir al internacional español.

El Espanyol marcó el gol del honor por medio de David López (79'), antes de que Messi cerrara la noche y el año en la Liga con un remate fabuloso a pase de Luis Suárez.

El Barcelona se llevó así el derby y, aunque con un partido más, presionó al Real Madrid.